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Mostrando las entradas de febrero, 2022

Roberto Rossellini (2): «las guerras domésticas»

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  Querido Sr. Rossellini: He visto sus cintas «Roma, ciudad abierta» y «Paisà» y las he disfrutado mucho. Si usted necesita una actriz sueca que habla muy bien inglés, que no ha olvidado su alemán, que no entiende mucho de francés y que en italiano solo puede decir «ti amo», estoy lista para viajar y hacer un filme con usted. Recibió la carta de Ingrid Bergman el día de su cumpleaños. Al principio no supo de quién se trataba, hasta que recordó la película Intermezzo (1936), dirigida por Gustaf Molander, en la que Bergman protagoniza a Anita Hoffman, la joven amante del exitoso violinista y profesor Holger Brandt, personaje interpretado por Gösta Hekman. Tres años después, junto a Leslie Howard, debutó en Hollywood con el mismo personaje, gracias a la remake de Gregory Ratoff. Entonces Rossellini redactó la siguiente respuesta: Acabo de recibir con gran emoción su carta que, por coincidir con mi cumpleaños, se ha convertido en el regalo más precioso. Ciertamente he soñado en rodar un

Roberto Rossellini (1): la trilogía de la guerra

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  Roberto Rossellini impregnó Roma, ciudad abierta (1945), la película que inaugura el neorrealismo italiano en el cine, con recursos y detalles propios del documental. Incluyó un número considerable de actores no profesionales; filmó buena parte de las escenas en espacios exteriores, con iluminación natural, y aprovechando los imprevistos que se iban presentando durante el rodaje, se valió de la improvisación para resolver ciertas escenas. Estas estrategias cinematográficas, sumadas a la escasa distancia con los acontecimientos históricos que le sirvieron como referente y a su mirada humanista, caracterizarían buena parte de la producción del neorrealismo italiano. François Truffaut cuenta en Las películas de mi vida (1975) que, incluso en Francia, los distribuidores no confiaban en Rossellini debido a que trabajaba con un esbozo de guion; le pedían que lo desglosara. Dice al respecto: Cuando Roberto Rossellini escribe un guion no tiene ningún problema con la historia. Le basta e