Dolores Costa y Justo José de Urquiza. Alianzas amorosas y políticas entre Buenos Aires y el interior

 

 

Una leyenda se ha tejido sobre la vida del General: sus costumbres, sus anécdotas, sus amores. ¿Cuántos hijos tiene? Todo un misterio. Hacia 1851, con casi 50 años, es dueño de una de las mayores fortunas del país y ha seducido a muchas mujeres. En un baile conoce a una joven de diecinueve años, hermosa, pero sin dinero ni linaje.

Dolores pertenece al conjunto anónimo del pueblo, por eso se ha confundido hasta ahora con el resto de las muchachas de Gualeguaychú. Ha sido educada para ser dócil y fiel. Por fin le ha llegado la hora al seductor incansable: ella romperá la tradición de este enamorado errante. Desde ese momento ya no se separarán. Dolores lo acompañará en sus viajes, compartirá su vida, le dará nueve hijos, participará en las decisiones políticas, será la señora del Palacio San José. Otra hubiera sido la Historia sin esta mujer en la vida de Urquiza.

El rico itinerario de Graciela Gliemmo entre documentos, archivos, cartas personales y lectura de crónicas de la época nos devela los resultados de una investigación impecable.

 

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INTRODUCCIÓN

Al encarar la investigación sobre Dolores Costa y Justo José de Urquiza observé que los ensayos históricos me ofrecían una copiosa información y diversidad de comentarios sobre el protagonismo del general entrerriano y referencias sueltas, como pinceladas, sobre quien fuera su esposa. Pero, a pesar de esa desproporción nada sorprendente, en las cartas, los testimonios, algunos ensayos históricos de la época, diarios, revistas y otras publicaciones periódicas, la figura de Dolores asomaba y se me iba imponiendo como coprotagonista de una historia en la que Urquiza, como también ocurre con otros personajes históricos, se presenta con una vida íntima borrosa, cruzada de enigmas e interrogantes.

Con la acumulación de datos, la reiteración de argumentos, las observaciones dichas como al pasar, las notas de color, las sugestivas anécdotas, los rasgos del período y todo aquello que generalmente se escribe en el discurso histórico con letra de menor tamaño, organicé esta doble biografía. Privilegié los escritos firmados por los protagonistas, y las opiniones de quienes fueron contemporáneos a ellos. Se fueron llenando los vacíos cuando enfoqué cada material pensando en Justo José de Urquiza y en Dolores Costa como una unidad, como una pareja amorosa que me permitía leer, desde otra perspectiva, los trascendentales episodios nacionales que tuvieron lugar entre 1850 y 1870.

Por la cordialidad y la ayuda que me ofrecieron a diario, agradezco al personal de las siguientes instituciones en las que he investigado: Archivo General de la Nación, Academia Nacional de la Historia, Biblioteca Nacional, Biblioteca del Congreso de la Nación, Biblioteca de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, Biblioteca del Concejo Deliberante Esteban Echeverría, Instituto de Literatura Argentina Ricardo Rojas y Asociación Entrerriana Justo José de Urquiza. Mi particular deferencia hacia Alicia Delzart, quien posibilitó que, durante mi breve permanencia en el Palacio San José, pudiera acceder a un conjunto de valiosos documentos que completaron y dieron cierre a este libro. Mi reconocimiento a Lucio Aquilanti, que puso generosamente a mi total disposición el valioso material que guarda en la librería Fernández Blanco. Mi intensa gratitud al historiador Carlos Birocco, que me orientó, en los momentos de duda, con suma paciencia y absoluta profesionalidad. A él le debo los datos que se mencionan en la sucesión de Dolores Costa de Urquiza. Sus pertinentes comentarios, junto con la valiosa lectura crítica de Martha Campobello, me ayudaron a resolver algunos de los inconvenientes que presentaba el primer borrador de esta biografía. Agradezco al historiador entrerriano Horacio Salduna, que con gesto amistoso me obsequió su reciente e interesante ensayo La muerte de Urquiza en el momento del cierre editorial de esta biografía. Mi entrañable sentimiento a Diana Paris, que supo combinar sus destrezas como lectora con sus exigencias editoriales. A Leandro Sagastizábal, por su absoluta libertad y confianza. Ambos me invitaron a rescatar un framento importante de nuestro pasado. No supuse, al principio, que me sumergiría en contados días con cuerpo y alma en una apasionante historia amorosa: la que unió con lazos indestructibles a Dolores Costa y Justo José de Urquiza.

 

Graciela Gliemmo: Dolores Costa y Justo José de Urquiza. Alianzas amorosas y políticas entre Buenos Aires y el interior, Buenos Aires, Planeta, 1999. 

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NOTAS Y RESEÑAS

Ana María Peppino Barale, «Mujeres que escriben sobre mujeres», en Revista Casa del Tiempo, Núm. 73, México, febrero 2005: http://www.uam.mx/difusion/revista/feb2005/peppino.pdf

«Dolores Costa, la mujer que hizo historia al lado de Justo José de Urquiza», en Infoner, Municipalidad de Concepción del Uruguay, 8 de noviembre de 2020: https://infoner.com.ar/dolores-costa-la-mujer-que-hizo-historia-al-lado-de-justo-jose-de-urquiza/

Miguel Navarro, «Cómo fue el trágico asesinato de Urquiza y de sus hijos», en Perfil, Buenos Aires, 1 de mayo de 2021: https://noticias.perfil.com/noticias/cultura/como-fue-el-tragico-asesinato-de-urquiza-y-de-sus-hijos.phtml

 

 


 


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