Letras femeninas



Hoy volví a soñar algo inexplicable. Estaba en el balcón regando mis plantas. Era domingo y al respirar el aire de la mañana me vi envuelta, de pronto, en los olores de un fin de semana en Puebla. Como ocurre mientras dormimos, de repente y sin aviso, ya no estaba en el departamento que ocupé hace poco en Córdoba y Maipú, sino en México. Había viajado sola. Estaba alojada en un hotel del que ya no recuerdo el nombre.

Salí con la intención de dar un paseo por la plaza central. Quería recorrer algunos de los lugares históricos que había marcado la noche anterior en un mapa de los que regalan en las agencias de turismo, y fue allí que me topé con un niñito sucio y abandonado. Lo tomé de los hombros y le pregunté por qué estaba solo. Le ofrecí un plato de sopa caliente y le propuse regresarlo a su casa, con sus padres. Él, como única respuesta, me imploró con los ojitos humedecidos: 

—Mamá, por favor, llévame otra vez contigo a casa.

 

Fragmento del cuento «Algo para recordar» de Graciela Gliemmo, en Letras femeninas, Asociación de Literatura Femenina Hispánica, Volumen XXVIII, núm. 1, Madison, Verano 2002, pp. 151.

 

 

ESTUDIOS: Sherry Velasco, Gianna M. Martella, Alison Maginn, Nancy Vosburg, Kathleen Thompson-Casado, Shelley Godsland, Nina L. Molinaro, Anahí Mallol, Marisa Postlewate, 

NARRATIVA Y POESÍA: Graciela Gliemmo, Mirta Botta, Edda Sartori, Nayla Chehade, Anahí Mallol, Rosa Matgot Ochoa, Claudia Aburto Guzmán.

RESEÑAS: Blake Seana Locklin, Joan M. Hoffman, Bonnie Frederick, Cristina Ortiz, Willy Muñoz, Janis Breckenridge, Antonio Martínez Herrarte, Zulema Moret, Eliana Cazaubon, Hermann, Silvia Nagy-Zekmi, Joan Torres-Pou, Soledad Traverso, Margarita Krakusin, Pepa Anastasio.

 




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