Elena Castedo: El Paraíso

 


«¡Ah, la niñez! Ni una preocupación, ni un pesar; solo pasarlo bien y ser feliz...» La historia de Soledad, protagonista y narradora de El Paraíso, desmiente a partir de la ironía y con un estilo suelto, lleno de humor y sobreentendidos, esa mirada adulta que acusa una sospecha de falta de memoria. Esta niña, hija de refugiados españoles antifranquistas, con el peso a cuestas de un abuelo muerto, deberá sumergirse sin protestar en un mundo diferente y hostil al que intentará hacerle el juego —muchas veces sin conseguirlo— para sobrevivir.

Enamorada de un padre ausente, seductor y conquistador de jovencitas, rodeada de compañeritas para nada inocentes y conocedoras de las locuras y los caprichos de los adultos, deberá seguir los consejos de su madre, maestra en la prédica y la práctica de la complacencia. Aprenderá sobre la hipocresía de quienes la conducen, los juegos de intereses y los enfrentamientos entre los que tienen y los que sirven a los poderosos. Hacia el final tendrá la revelación más dolorosa: la falta de amor de sus padres y el desmoronamiento de su familia.

Ni en el Paraíso parece haber un espacio para ella. En espera de la visita y el prometido regreso del hombre de la casa, Solita se defiende ante dos mundos que la excluyen por igual: el de los mayores y el de las niñas ricas con las que su madre dice que debe relacionarse. Ocultando su vergüenza de niña pobre, está doblemente marginada en un país de Sudamérica al que le exigirán que se adapte. Aprende allí a cabalgar, a tejer, a bailar; toma clases con una institutriz francesa; se hará confidente del sacerdote del pueblo y, fundamentalmente, sabrá las técnicas del negociado para obtener dulces, juguetes y porciones de tiempo libre para fantasear en libertad. No hay interlocutores dentro de ese espacio, y la narración sostiene la búsqueda de alguien que comprenda y escuche. Solita parece construirlo incluyendo constantemente al lector.

Agil, la narración muestra su irreverencia, la caída de mitos idílicos sobre la infancia y el crecimiento como ejercicio desgarrador. Sin dramatismos, la rebeldía cede ante el poder y la elección de los otros, siempre con un lenguaje coloquial, lleno de modismos, frases populares, chistes y muchísima ironía. Publicada originalmente en inglés, esta novela de Elena Castedo ha tenido una muy buena recepción en los Estados Unidos. La autora, nacida en 1937 en Barcelona, parece haber volcado en ella una porción de su historia, ya que debió refugiarse con su familia en Francia tras la caída de la República. 

 

Novela.
Elena Castedo: El Paraíso.
Buenos Aires, Ediciones B, 1990, 384 páginas.

 

Reseña publicada con el título «La pérdida del Paraíso», en Cultura y Nación de Clarín, Buenos Aires, jueves 27 de junio de 1991.

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